Cada año que termina, como el que llega, los cargamos de significaciones. Este 2020, según los entendidos, connota precisión, rigor y acomodo ya que viene signado numerologicamente por el número 4.
Hay quienes despiden el viejo año con nostalgias, rememorando situaciones difíciles, otros, en cambio, aprovechan el fin de 365 días no tan prósperos, para celebrar “que por fín se acaba”. Estos optimistas empedernidos se unen a la celebración de quienes esperan iniciar una nueva temporada, preñada de esperanzas, deseos y propósitos.
Sin importar el modo, cada momento se acompaña con alguna bebida. Pero, si de cambiar se trata, ¿por qué recibir el 2020 de la forma cómo lo hicimos con el 2019?
Por eso nos animamos a recomendarte cuatro bebidas fáciles de elaborar, sugeridas por la bartender mexicana Elizabeth Contreras. La idea es que te conviertas esa noche en anfitrión estrella, cambiando a la vez, la forma tradicional en la que tus invitados esperan, celebran e inician las primeras horas del nuevo año.
Cada preparación está pensada para optimizar tu tiempo, tan comprometido en estas fiestas, por lo que el rango de dificultad de ellas oscila, según nuestra entrevistada, entre 0 y 2. Vale la pena atreverse, verdad.
Durante la espera
Las horas previas al arribo de un nuevo año son particulares. Se reciben familiares, amigos y otros invitados. Todos comentan y alaban la decoración de la casa, el vestido de la anfitriona, la música, en fin, se conversa y espera, lo que hace imperioso ofrecer algo de beber a la concurrencia.
Por lo general se ofrecen destilados y fermentados tradicionales: vino, whisky, ron, ginebra o cerveza. Pero, ¿por qué sugerir siempre lo mismo? Elizabeth Contreras propone, para estas horas previas, una Mimosa, coctel suave, de baja graduación alcohólica que combina champaña o vino espumoso y jugo de naranja.
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La Mimosa es común en brunchs o desayunos tardíos, pero no extrañaría para estas horas previas a la llegada del nuevo año. Para servirla utiliza una copa tipo flauta, la que tradicionalmente se usa para ofrecer champaña. Su preparación entra en la categoría 0 en cuanto a rango de dificultad.
Mezcla, en la proporción que se indica en la receta, todos los ingredientes. Al finalizar, decora la copa con media luna de naranja o una cereza. ¡Fácil, verdad!
Mimosa
60 ml de vino espumoso o champaña
60 ml de jugo de naranja
Media luna de naranja o un cereza (para decorar)
Para la cena
Luego de una conversación agradable, de realizar llamadas importantes “antes de que se congestionen las líneas”, de presentar a esa o ese invitado que todos querían conocer, es hora de pasae a la mesa.
A diferencia de la Noche Buena, la cena de fin de año se sirve temprano. Sugerimos destinar tiempo para elegir la bebida que mejor maride con el plato escogido para esta comida. No debe ser una decisión de última hora, es necesario llevarla a cabo días previos.
Al terminar la cena todos esperan el café. ¡Momento ideal para otra novedad! Sustitúyelo por un trago digestivo. El cambio trae ventajas para todos. Además de ayudar a una mejor digestión, anima a continuar la celebración hasta el filo de la medianoche, que, aunque marcan el sonido de las doce campanadas, todos sabemos que la fiesta no termina allí.
Nuestra bartender propone para esta ocasión un Café Irlandés. Según afirma, éste es un poco más elaborado que las preparaciones anteriores, aunque no imposible de realizar por quienes desconocen el arte de la coctelería o la cocina. Su rango de dificultad 2.
El Café Irlandés o Irish Coffee nace en los años cuarenta del siglo pasado como bebida para contrarrestar el invierno.
Utiliza una taza similar a la que usas para servir capuchino, o si lo prefieres, y en realidad deseas robarte el show esa noche, ubica la tasa recomendada. En coctelería ésta se conoce como Copa de Café Irlandés o Taza Toddy (igual que el famoso achocolatado).
Escarcha la taza, esto es, pasa su borde por azúcar. Vierte el whisky irlandés de tu preferencia. Elizabeth recomienda Jameson.
El whisky se flamea, ten cuidado en este paso. Al encenderse el alcohol, gira la copa lentamente para calentarla, además, el mismo calor, caramelizará el azúcar escarchada en el borde de la tasa. Agrega café expreso y decora finalmente con crema chantilly. Puedes incorporar canela.
Nuestra Bartender sugiere practicar este proceso previamente. Sino no sale, pues, vuelve al café tradicional. De todas formas, nadie tiene por qué enterarse.
Café Irlandés
30 ml de whisky irlandés
90 ml de café exprés o la cantidad que se ajuste a tu gusto
1 cucharada de azúcar
Crema chantilly o nata montada
Canela al gusto (opcional)
Canela al gusto (opcional)
Para dar el ¡Feliz Año!
Llegó el momento. Todos, como en una obra de teatro, busca su lugar, por lo general, al lado de la persona de quien quieres recibir el primer beso de año nuevo. Los niños alrededor empujan y preguntan si ya es el momento. Otros se preocupan en calcular la mejor forma de comerse las doce uvas, que simbolizan los doce meses del nuevo año, además, de cómo sostener en la mano la copa de champaña para el brindis final.
Un aspecto importante. No a todo el mundo le gusta la champaña como suele creerse. De hecho, apenas toman dos o tres sorbos y el resto termina en las copas. Entonces, ¿por qué no presentarla de una manera diferente? Elizabeth Contreras sugiere un rico Bellini.
El Bellini es un coctel espumoso, popular y tradicional en Italia, creado a finales de la década de los años 40 por el barman Giuseppe Cipriani, del Harry's Bar en Venecia.
El Bellini se prepara fácil. Toma nota. Requiere pulpa o néctar de durazno, licor de frambuesa (solo un toque) y vino espumoso o champaña. Para servirlo, una copa flauta.
Agrega la pulpa o néctar del durazno hasta la mitad o tres cuartos de la copa, complementa con vino espumoso o champaña y dale el toque de frambuesa. Mezcla todo. Decora con una frambuesa. Complejidad 0.
Bellini
60 a 90 ml de pulpa de durazno
60 ml de vino espumoso o champaña
20 ml de licor de frambuesa
Para después de las doce
Pasada la euforia, los fuegos artificiales, los abrazos, se crea una suerte de relax en el ambiente. Los más jóvenes parten a las discotecas o fiestas cercanas, mientras que los mayores, prefieren dormir. Quedan relegados esas pocas personas dispuestas a seguir la tertulia, al menos hasta las primeras tres horas del nuevo año. ¡Pues disponte a sorprenderlos!
Cierra la velada con broche de oro. Prepara un Clericot, bebida suave y fresca que no te pre dispondrá a una resaca.
Utiliza suficiente hielo, no necesariamente picado, jugo de limón, jarabe natural, el refresco de manzana y la fruta picada. Agita. Finalmente agrega el vino. Decora con abanicos de manzana o media luna de naranja. Las frutas varían de acuerdo al gusto, temporada y presupuesto de cada persona. Sírvelo en copa de vino tinto o en vaso Collins, vaso de cuerpo fino y largo.
Clericot
30 ml de jugo de limón
90 ml de refresco de manzana o sprite
60 gramos de fruta picada
100 a 120 ml de Vino tinto de preferencia
Suficiente hielo
Preparación del jarabe
1 taza de agua
2 tazas de azúcar
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| Clericot en vino blanco |
Esperamos que estas cuatro propuestas, extraídas de distintos lugares del mundo, sean provechosas para tu celebración. Prepáralas. Acercarte al mundo de la coctelería de forma simple. Coméntanos que tal te fue. Ah, y a todos ¡Feliz Año 2020!
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